quinta-feira, 30 de julho de 2009

Carta de amor maduro [en español]

Mientras intento estirar mis largas piernas en ese vuelo de Iberia de 12 horas que tanto detesto, y una vez que no puedo ver la peli que pasa pues mi auricular no funciona, me pongo a reflexionar sobre ese año que he vivido - otra peli hecha de innúmeras pequeñas historias - intentando escribir una evaluación de esa experiencia que sirva de conclusión para el blog.

Ese blog soy yo. Las notas temporales puestas aquí han variado de acuerdo con mi humor, tiempo, energía, paciencia, pasión y, por supuesto, con el grado de vivencia de la ciudad. Y ahora hay que terminarlo, e no voy a hacerlo en una declaración apasionada, pero a través de una crítica poco a poco madurada, que resuma mi mirada [siempre] extranjera sobre esa ciudad que, por demasiada especial, parece estar siempre a punto de envolvernos y cegarnos.

Moverse...
Además algunas calidades obvias como ser linda y variada, tener a cada esquina una comida bien servida, diferente y exquisita [alejándose de las zonas turísticas, claro], tener en cualquier mercado vinos buenos y baratos... Barcelona es una ciudad amable. Amable pues está hecha para los recorridos a pie. Calidad que tal vez los propios barceloneses no se den cuenta de lo fundamental que es para el éxito de la ciudad. Para mi, su principal mérito.

Encima, es amable en el transporte público. Desde el precio barato y su total integración, hasta su design y funcionamiento. Sabes que el autobús, además de estar casi en el nivel de la acera, inclina un poco cuando se abre la puerta? Carritos de niños, de compras, de ruedas, todos entran libremente, sin obstáculos. Mientras que la bici pública aumenta su flota, aunque llena de problemas... pero en uso constante!

Relajar...
Además, se puede caminar a cualquier hora del día con razonable seguridad. Esa percepción puede no ser la misma para las personas que vienen de ciudades de cero violencia, pero para nosotros brasileños... es algo evidente y una calidad que no tiene precio.

Convivir...
Como segundo destino académico más buscado del mundo, en Barcelona hay gente de todos los sitios, la mayor parte transitoria. Pero los residentes extranjeros 'permanentes' rápidamente se perpetúan. Y, aunque no se mezclen, tiñen la ciudad de otros colores. Pido disculpas a los catalanes, pero ?cómo seria Barcelona sin el paqui que nos vende la cerveza beer en la playa o el china que nos salva en los horarios más raros, con sus precios incomparables? A lo mejor sería una ciudad fría y 'aburrida'. Y cara.

Integrarse...
Me gustaría aprender el idioma catalán, si me quedara en la ciudad por más tiempo. Eso permite no solo la convivencia pero también la mezcla. El catalán nunca dejará de hablar en castellano contigo. Pero si hablas con él en catalán... de puta madre! Además, me encanta...

Venderse...
Por supuesto que la ciudad no solo es hecha de éxitos. Un movimiento lento y más difícilmente percibido por el barcelonés es para mí un problema evidente de la ciudad: la venda del espacio público. Barcelona no ofrece sitios para sentarse de forma gratuita. El espacio público fue todo apropiado por las terrazas de bares y restaurantes, y hoy puede considerarse un afortunado quien compre un bocadillo en el mercado y consiga comerlo en la calle. Sentarse para aguardar una cita... tarea ardua.

Seleccionar...
Eso sin hablar de la playa. Quién suele frecuentar las playas brasileñas no consigue conformarse con los bares 'pijos' de la costa barcelonesa. Sentarse solo para una caña o un café... ni hablar! Solo para comer!

Maltratar...
Total que podría arriesgar que Barcelona tiene el peor servicio de bares y restaurantes del mundo. E la pregunta es: ?por qué es tan difícil servir bien?

Ser turista...
Es increíble la cantidad de atracciones que la ciudad ofrece para el turista. Pero un detalle no pasa sin notarse: la alienación para la lengua portuguesa. Todo el mundo sabe que el turista brasileño es constante y numeroso en Barcelona. ?Por que, además del inglés, francés, alemán, italiano y japonés, no existe el portugués en los folders y audioguías turísticos? Si el turista portugués no es tan común, que entonces se ponga la banderita de Brasil! No?

Ser 'incívico'..
En el concurso de las leyes raras, la de no poder beber en la calle es una de las finalistas. Nada que ver con 'ley seca'. El problema central son los 'botellones'. Pero creo, y eso es un secreto entre nosotros, que de forma subliminal eso tenga que ver con el ítem venderse... Mientras eso, todos fuman demasiado y dentro de cualquier establecimiento colectivo. Para quien viene de un país donde recientemente se controla el tabaquismo, es difícil re-acostumbrarse con la ropa con olor de humo.

Respirar...
La verdad es que falta aire puro. Además de ser bastante contaminada, Barcelona no es una ciudad muy verde. Tiene muchos parques, es correcto, pero estos se ubican alrededor del ensanche. El área más densa de la ciudad hay que contentarse con las árboles de las calles y plazas duras. La demasiada pavimentación eleva la temperatura, a más de dejar la ciudad más triste.

Bien vivir...
Además, adaptándose a los pisos malos y caros, a los pésimos servicios de telefonía y a otros detalles menos importantes, Barcelona es una ciudad de muy buena calidad de vida. Pero como hace parte de la naturaleza humana la constante insatisfacción, los barceloneses por muchas veces no se dan cuenta de la 'mercancía' que tienen en las manos. Es en ese blanco que entra el poder público, que insiste en hacer una agotadora propaganda de la ciudad, lo que tanto molesta a sus desafectos.

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